| Manu | Fecha: Lunes, 15-09-2014, 4:24 PM | Mensaje # 1 |
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| El ciclo "Cultivando o Mar", en la Festa do Marisco de O Grove, presenta el proyecto "Mytiga" »El estudio apuesta por la detección y predicción de los cambios ambientales.
El proyecto titulado "Riesgos biológicos y ambientales en el cultivo de Mytilus galloprovincialis en el marco del cambio climático", popularmente conocido como proyecto "Mytiga", va a ser presentado en O Grove el día 9.
A grandes rasgos, puede decirse que debe servir para analizar todo lo relacionado con el cambio climático, la presencia de fitoplancton portador de biotoxinas, la incidencia de las diferentes condiciones oceanográficas y todo aquello que, en mayor o menor medida, pueda interferir en el correcto cultivo del mejillón de batea.
Del mismo modo, este trabajo científico puede ayudar a prevenir episodios tóxicos e incluso desprendimientos, con lo que todo esto supone de positivo para un sector bateeiro que atraviesa actualmente momentos ciertamente complicados.
De todo ello se hablará al amparo de la Festa do Marisco de O Grove y dentro del "XXVI Ciclo Cultivando O Mar", que a su vez integra el programa de trabajo del "XVII ForoAcui". Va a ser en ese marco en el que intervenga Antonio Padín, del Instituto de Investigaciones Marinas (IIM) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), en calidad de investigador principal del proyecto "Mytiga", de ahí que su presencia en O Grove para darlo a conocer se antoje una buena noticia para el sector mitilicultor.
Y es que este programa se centra en "analizar y determinar cambios tanto en el medio físico como en la comunidad fitoplanctónica del interior de las rías", al tiempo que trata de "desarrollar herramientas para la detección y predicción de estos cambios ambientales, así como de la respuesta fitoplanctónica tanto a corto plazo como sobre escenarios climáticos futuros".
Pero eso no es todo, sino que los investigadores quieren "identificar y cuantificar los factores ambientales y biológicos que controlan y determinan la producción y explotación del mejillón", tanto en lo referido al estado metabólico como al crecimiento, tenacidad del biso, desprendimientos de molusco en las cuerdas y demás.
Por si fuera poco, el "Mytiga" estudia "el impacto de los cambios observados y pronosticados para las Rías Baixas en el mejillón", como también evalúa "el impacto económico sobre la producción de mejillón" y desarrolla "una plataforma de gestión para el sector de la mitilicultura".
Los organizadores del Foro de los Recursos Marinos y de la Acuicultura de las Rías Gallegas (Foro Acui) explican que para alcanzar los objetivos del "Mytiga", este proyecto "se ha estructurado en tres fases.
De este modo "se analizan de forma conjunta y por primera vez las bases de datos de las Rías Baixas en manos del Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino (Intecmar), Instituto Español de Oceanografía y CSIC".
El propio Padín explica que "en el caso del Intecmar estamos hablando en concreto de los datos de la red de monitorización desde el año 1992, la cual aporta tanto información físico-química como biológica, mientras que el IEO y CSIC reúnen principalmente datos ambientales".
Esos datos, sumados a los modelos numéricos oceanográficos, permiten "extraer información pormenorizada sobre la variabilidad observada a lo largo de estos 20 años así como sobre las correlaciones y dependencias que se establecen entre diferentes variables en el interior de las rías", explica el científico que intervendrá en el ciclo "Cultivando o Mar".
Añade que "el análisis inicial de esta información mostrará los cambios ambientales y biológicos más significativos de las rías -para determinar las áreas de mayor variabilidad ambiental, zonas de mayores cierres y demás- junto con la relación entre los forzamientos ambientales y la respuesta del fitoplancton".
En una segunda fase se creará "un sistema de monitorización en tiempo real, destacando el que se realizará en la propia batea con el objetivo de medir la respuesta del mejillón a las diferentes condiciones ambientales, como temperatura, salinidad y oleaje.
De este modo, "estaríamos hablando de una segunda etapa a realizar en tiempo real, con un monitoreo que nos permitirá observar in situ la evolución de las condiciones bajo la batea, al mismo tiempo que la actividad del propio mejillón y su apertura valvar, es decir, si se está alimentando y en qué medida, o si por el contrario deja de hacerlo", resalta Padín, convencido de que así podrán prevenirse los desprendimientos.
En la tercera etapa, se desarrollarán "modelos predictivos para pronosticar la evolución de las variables ambientales y biológicas que afecten al cultivo del mejillón". Esto permitirá "planificar la estrategia de explotación y comercial para minimizar impactos de las floraciones de algas tóxicas que dan lugar a las conocidas 'mareas rojas' y anticiparse a su disolución; y por otra parte, a largo plazo, conocer la vulnerabilidad de los ecosistemas, identificar los hábitats sensibles y planificar soluciones".
Una vez obtenida toda la información y realizado un análisis económico del sector y su mercado, la Universidade de Santiago "buscaría identificar escenarios sobre cuándo puede ser interesante comercializar o no el mejillón".
*Noticia de Faro de Vigo
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