| Manu | Fecha: Viernes, 13-02-2015, 10:19 AM | Mensaje # 1 |
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| Consellería e Intecmar estudian el recurso contra la sentencia del Tribunal Europeo que tumba el bioensayo -El laboratorio vilagarciano tiene tres equipos en funcionamiento.
El método químico para la detección de biotoxinas del mejillón presenta importantes debilidades, es decir, resulta ineficiente, más lento que el bioensayo y más caro. Sobre estas bases lo discutirá el recurso que estudia la Xunta de Galicia contra el auto del Tribunal Europeo que opta por aquel sistema frente al uso de los ratones.
El argumento más sólido surge por una reciente decisión del Laboratorio Comunitario de Referencia de la Unión Europea en el que se permite modificar el procedimiento de la cromatografía "para determinar la presencia de toxinas lipofílicas en bivalvos sometidos al proceso de transformación".
Su criterio avalaría la tesis que defiende el Gobierno gallego desde el año 2009 pues entiende que el sistema "es ineficiente" en cuanto que esta modificación "reconoce un fallo en el método químico que fue detectado gracias al trabajo conjunto realizado entre el Intecmar y el sector", fundamentos que fueron empleados "para denunciarlo y demostrarlo".
Por estos motivos, la Xunta, a través de la Consellería de Mar y el Instituto para o Control do Medio Mariño (Intecmar) ha comenzado la valoración de la sentencia emitida por el Tribunal General que desestima el recurso interpuesto por España contra la decisión de la Unión Europea de utilizar el método químico en el control de las toxinas lipofílicas en el mar como método de referencia, con el objetivo último de recurrir la decisión.
Explican en la Consellería, que Galicia manifestó en repetidas ocasiones que estaba en desacuerdo con la adopción del método mediante cromatografía de líquidos con detector de espectometría de masas (LC-MS/MS) como el de referencia en la Unión Europea.
A pesar de todo ello, a través del Intecmar, trabajó de forma intensa, se equipó de forma adecuada y se preparó a fondo para la implantación y puesta a punto del nuevo método químico, que en absoluto desplazó al bioensayo.
Explican en la Xunta que los dos métodos han convivido durante los últimos años, hasta el pasado 31 de diciembre de 2014, momento en que el método químico pasó a ser de aplicación única.
La administración autonómica también pone de manifiesto que a finales de 2010, el Intecmar instaló un equipo instrumental de LC-MS/MS e inició la puesta a punto de la técnica para análisis de las toxinas lipofílicas mediante este método. Es de subrayar que en esta fase contó con la colaboración del servicio técnico de la casa comercial. A partir del mes de junio de 2011 se inició el proceso de validación de la técnica y los análisis de muestras del programa de control rutinario, en paralelo con el método del bioensayo.
Fue ya en el mes de febrero de 2013 cuando la Entidad Nacional de Acreditación (ENAC) autorizó al Intecmar para el uso del modelo químico.
De este modo, este laboratorio dependiente de la Consellería de Medio Rural y de Mar se convirtió en el primer centro de control oficial de España que tiene acreditado el método químico de análisis de biotoxinas marinas.
Actualmente, el centro con sede en Vilagarcía de Arousa cuenta con tres equipos perfectamente validados y en pleno funcionamiento para ofrecer el servicio analítico a la ciudadanía y al sector.
Sacrificio de roedores
De este modo, la Xunta quiere exponer a las administraciones europeas que su oposición al método químico no es un simple capricho para conservar el método del bioensayo con ratones, aunque cabe señalar que aproximadamente se sacrificaban unos 18.000 roedores de laboratorio cada año para decidir la apertura o cierre de polígonos bateeiros y determinar el tipo de sustancias lipofílicas causantes de la ASP o DSP.
El sistema solía ser muy efectivo, pero sobre todo permitía establecer con la máxima prontitud si abre o cierra una zona de bateas en función de la presencia o no de toxinas, en un plazo de uno o dos días aproximadamente. Pero en el Tribunal General Europeo se desconfía del sistema y el pasado miércoles se conoció la sentencia por la cual se establece que el método químico "protege más adecuadamente la salud de los consumidores".
"Las zonas de producción, reflexiona el Tribunal, deben someterse a controles periódicos para garantizar la ausencia de toxinas marinas", siendo las lipofílicas las que constituyen el grupo más frecuente.
Tiene en cuenta el Tribunal que la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) emitió un dictamen científico sobre las biotoxinas marinas en el marisco, en el que alerta de que el método biológico "presentaba lagunas y no era el más adecuado, debido a la alta variabilidad de sus resultados, su insuficiente capacidad de detección y su limitada especificidad". Asimismo, en 2010, la Unión Europea estableció una directiva para proteger a los animales utilizados en fines científicos.
*Noticia de Faro de Vigo
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