| Manu | Fecha: Domingo, 26-01-2014, 10:30 PM | Mensaje # 1 |
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|  El dique de abrigo de la dársena de O Xufre, en A Illa, tiene una longitud de 240 metros.
El sector bateeiro se encuentra dividido sobre el resultado que pueda ofrecer el dique flotante con vientos del noroeste.
Un mes después de comenzar a funcionar, el dique flotante de abrigo instalado en el muelle de O Xufre, en A Illa de Arousa, continúa levantando ciertos recelos en el sector, todo pese a tratarse de un ejemplo de ingeniería de última generación en el que Portos invirtió un millón de euros tras conseguir una rebaja sustancial en el precio de licitación. Favorables y detractores de la infraestructura coinciden en que su funcionamiento todavía no ha sido puesto a prueba por un temporal de lo que llaman "vento ao alto" por lo que la incógnita se mantiene.
Es una de las obras de ingeniería moderna más importantes que se ha acometido en Galicia en los últimos años, por lo menos, en lo que a infraestructuras portuarias se refiere. Sin embargo, el dique flotante de abrigo del muelle de O Xufre, en A Illa de Arousa, sigue levantando ciertas reticencias en el seno de la flota más numerosa de los puertos gallegos. La obra, que lleva ya un mes instalada, cuenta con defensores y detractores, pero todos ellos coinciden que los últimos temporales no sirven como referencia para medir su resistencia, ya que en ninguno de ellos se han registrado vientos del noroeste o "vento ao alto", el que procede la punta do Campelo y que causó daños hasta en cinco embarcaciones durante el temporal conocido con el nombre de "Flora".
Portos no tiene duda alguna de que el dique de abrigo flotante instalado en O Xufre va a cumplir perfectamente la función para la que fue diseñado, pues está avalado por prestigiosos ingenieros y se ha testado en todo tipo de situaciones desfavorables. A los buenos resultados técnicos, hay que añadir que la inversión de la obra ha sido menor que construyendo un muelle convencional, y sobre todo, los efectos medioambientales son nimios comparados con las otras actuaciones. El propio presidente de Portos, José Juan Durán, siempre ha destacado la importancia de la obra que se realizó en O Xufre, que ha sido su inversión más importante en toda la Comunidad Autónoma.
Una de las entidades que respaldó la instalación del dique flotante de abrigo fue la Cofradía de A Illa, a la que pertenecen la mayor parte de los marineros del municipio. Su patrón mayor, Manuel Ángel Iglesias, reconoce que "la mejor opción es que hubiese sido de piedra, pero Portos nos dijo que era imposible, por lo que la asamblea de socios de la Cofradía decidió respaldar esta propuesta tras analizar los pros y los contras". Reconoce Iglesias que "todavía no se ha podido comprobar si está preparado para proteger a la flota porque no se ha registrado viento del noroeste, que acostumbra a registrarse en los meses de diciembre, enero y febrero, y que si coincide con mareas vivas puede resultar peligroso".
Coincide con el patrón mayor uno de los bateeiros que sufrió en sus carnes los efectos del Flora, Julio Suárez, cuyo barco acabó encallando en la playa en aquella madrugada de terror para los propietarios de barcos amarrados en la zona de O Xufre. "Entiendo que era mejor uno de cemento, pero ahora por lo menos tenemos algo y creo que este dique puede frenar el ímpetu del mar; lo espero porque mi barco continúa amarrado en la misma zona". Para Suárez, ahora lo primordial es dotar de pantalanes al muelle "porque no tiene ningún sentido disponer de esta infraestructura mientras los barcos permanecen amarrados a 'muertos' y desperdigados por todo el entorno".
Afectado por el Flora también resultó Isidro García, cuyo barco fue el más dañado de aquel temporal al quedar incrustado en las rocas. García reconoce que el dique flotante "no me convence absolutamente nada y, por el momento, no se ha registrado un solo dato que me permita cambiar de opinión". El isleño insiste en que "ese dique al viento no le va a hacer absolutamente nada, porque apenas levanta medio metro del agua, y dudo mucho que pueda frenar la intensidad del mar de fondo cuando se levanta el vento ao alto; si eso sucede, las olas le van a pasar por encima, si no se lo llevan por delante". No es el único para el que el dique de abrigo levanta serias incógnitas. Alfredo Otero, también bateeiro, resalta que en ese punto "el viento del noroeste se produce con mucha violencia y, con la situación de crisis que afecta al sector, quien nos asegura que si se suelta una batea de su amarre por falta de mantenimiento, con olas de dos o tres metros, ese dique va a resistir". Insiste en que "todo el sector sabe lo que pasó aquel día cuando vino vento do alto, y esta infraestructura no nos da tranquilidad alguna; estoy seguro de que ningún bateeiro va a dormir tranquilo con una ciclogénesis explosiva y con el barco detrás de ese dique".
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