| Manu | Fecha: Sábado, 13-09-2014, 9:57 AM | Mensaje # 1 |
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| Niegan cualquier implicación de uno de sus miembros en los incidentes en bateas de Vilanova »Mantuvieron una asamblea en A Illa para decidir que medidas tomar.
El sector del truel está seriamente indignado. El motivo no es otro que las acusaciones vertidas en su contra en las que se les señala como responsables de cortes de cuerdas en aquellas bateas cuyos propietarios se niegan a que accedan a ellas para capturar camarón. Esas acusaciones son totalmente rechazadas por Uxío Chaves, uno de los principales portavoces del sector en el municipio de A Illa, que no duda en asegurar que van a emprender acciones legales contra todo aquel que les acuse sin pruebas de este tipo de hechos.
Para Chaves, las acusaciones, lanzadas por el edil de Mar de Vilanova, José Portas, son "una auténtica falacia y patrañas muy burdas ya que nadie de los trueleiros se dedica a picar cuerdas". Es más, el isleño considera muy sospechoso que "siempre sea a este señor y sus socios a los que les cortan las cuerdas, cuando hay más bateas en la ría de Arousa que no dejan trabajar sobre ellas y nunca les ha pasado nada".
El único motivo al que obedecería este "ataque gratuito sería por dos encontronazos que hubo recientemente entre trueleiros y vigilantes, ya que estos últimos nos sacan fotográfias cuando estamos trabajando en bateas que si se encuentran dentro del plan experimental del truel". También asegura Chaves que la empresa de vigilancia de las bateas "no está consiguiendo los resultados esperados, ya que cada vez tiene menos clientes, y eso puede influir algo en que se viertan esos ataques contra nosotros". Insiste en que "parece que todas estas acusaciones forman parte de una conspiración contra nosotros sin ningún tipo de sentido, ya que trueleiros y bateeiros llevamos más de 40 años conviviendo juntos y nunca se había registrado un problema hasta ahora".
El edil de Mar de Vilanova, reconocía que hace tiempo que en el sector bateeiro están cansados de soportar sabotajes. El último de ellos consistió en cortar cinco cuerdas de reparqueo, cargadas con sacos de mejillón a la espera de ser comercializado. El sabotaje fue denunciado ante la Guardia Civil, que se encuentra investigando el caso, mientras el propietario, con ayuda de un buzo, comprobó que las cuerdas se encuentran depositadas en el lecho marino y ha tratado de recuperarlas.
Los trueleiros mantuvieron ayer un encuentro con el patrón mayor de A Illa de Arousa, Juan José Rián Millán, en la que no se descartó emprender acciones legales contra todos aquellos que les acusen de cortar las cuerdas de las bateas. También están pendientes de mantener una entrevista con el director xeral de Pesca, Juan Maneiro, para tratar de clarificar la situación del truel.
El conflicto entre bateeiros y trueleiros se inició el pasado año, cuando un grupo de productores decidió instalar vigilancia en sus concesiones para evitar que los trueleiros pudiesen acceder a ellas para capturar camarón. Los bateeiros que optaron por prohibir el acceso a la concesión no solo se escudaban en la titularidad de la propiedad, sino en los daños que causa la actividad de los trueleiros en la estructura. Para capturar el camarón "sacuden" los flotadores de la batea, lo que puede llegar a provocar desprendimientos, especialmente en momentos del año en el que este se encuentra debilitado, algo que acaba repercutiendo económicamente en el bolsillo de su propietario.
La Xunta decidió limitar los accesos de los profesionales del truel tan solo a aquellas bateas que se adhiriesen específicamente al plan experimental de este arte de pesca, prohibiendo el acceso a aquellas que no figurasen en la misma. El conflicto quedó latente en lo que a la administración se refiere, perfo no en el mar. Un ejemplo de ello es que no es la primera vez que los bateeiros denuncian sabotajes en parques de cultivo en los que, sin acusar directamente a los trueleiros, sí entienden que podrían haber sido víctimas de esa lucha.
*Noticia de Faro de Vigo
Hay que recordar que las bateas son propiedades privadas y su acceso a dichas instalaciones está totalmente prohibido sin una autorización directa por parte del propietario. Dicho esto, hay que señalar que a varios trueleiros de la Ría de Arousa esto no les interesa y se suben a los artefactos flotantes sin autorización, cuando quieren y hacen lo que se les antoja; no decimos que sea todo el colectivo el que siga estas prácticas, pero si un número reducido de ellos lo hace, es imposible negarlo, pues a cualquier hora que se sale al mar se ve a esta gente trabajando sobre las bateas.
Dicen que ellos quieren la unidad, que quieren el diálogo, pero cuando te encuentras a un trueleiro subido a la batea trabajando como si nada y uno llega para trabajar, parece que te miran con mala cara y pobre de uno que se atreva a decirle que se marche, pues aun tiene más que decir, lo primero, las amenazas, pues es muy fácil llegar a una batea de noche cuando no te ve nadie y cortar las cuerdas que de ella suspenden.
- Imagen tomada en la Ría de Arousa a principios de verano.
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