| Manu | Fecha: Miércoles, 10-04-2013, 12:17 PM | Mensaje # 1 |
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| El habitual cierre primaveral de bateas a causa de las biotoxinas ya es casi absoluto
Los problemas son mínimos para el sector en esta época del año - El afloramiento que provoca la llegada del fitoplancton tóxico ayudará a mejorar la calidad del mejillón
Técnicamente puede hablarse de un cierre total de las bateas de mejillón gallegas a causa del efecto de las biotoxinas. Queda media docena de polígonos bateeiros disponibles, pero es algo ya testimonial. Se demuestra así, un año más, que la primavera suele ser una de las peores épocas para la actividad bateeira, aunque también es cierto que apenas causa trastornos al sector, ya que el tirón del mercado en este periodo es menor.
Dicho de otro modo, es mejor que las bateas se cierren ahora a causa de la popularmente conocida como marea roja, ya que la actividad comercial es baja, y que permanezcan abiertas en la segunda mitad del año, cuando las ventas se disparan, especialmente gracias a la campaña de fábrica.
En estos momentos los problemas son mínimos, no hay posibilidad alguna de hablar de desabastecimiento de los mercados -al menos provocado por los episodios tóxicos- y, en definitiva, la llegada de las biotoxinas marinas no coge al sector por sorpresa.
El único inconveniente o contratiempo, quizás, es el que puedan provocar las biotoxinas a aquellos bateeiros que aún no "encordaran" la semilla de la campaña que viene y que todavía no sacaron de sus cuerdas todo el mejillón de la anterior. Pero se trata de situaciones muy puntuales y poco representativas, pues el sector sabe perfectamente que en esta época se producen los afloramientos de primavera. Es decir, los vientos provocan la llegada de fuertes corrientes oceánicas cargadas de nutrientes que se introducen en las rías gallegas. Inevitablemente, esto acarrea la llegada del fitoplancton portador de biotoxinas, que se acumula en cantidades que hacen necesario prohibir el consumo del mejillón que ingiere esas células tóxicas.
El papel de Intecmar
Así pues, lo que está ocurriendo ahora, con solo seis polígonos abiertos y 44 cerrados -es cuestión de días que puedan cerrarse todos ellos- es algo completamente natural y habitual en las rías de Galicia, donde ya se ha dicho en infinidad de ocasiones que el sector y la Administración pública están acostumbrados a convivir con este tipo de episodios.
La clave está en el papel que desempeña el Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino (Intecmar), un centro de referencia y prestigio a nivel mundial que se ubica en el muelle de Vilaxoán (Vilagarcía) y desde el cual se hace un seguimiento diario de las aguas y sus productos.
Es en dichas instalaciones, dependientes de la Consellería do Medio Rural e do Mar y dirigidas por Covadonga Salgado Blanco, donde ayer se decretaron nuevas prohibiciones de extracción a causa de la presencia de toxinas lipofílicas, entre las que se encuentra la conocida y popular toxina diarreica (DSP).
En esta ocasión los análisis efectuados aconsejaron cerrar los polígonos bateeiros Pobra B y Pobra C, en la ría de Arousa, además del Corme B, el único existente en la ría de Corme-Laxe.
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