| Manu | Fecha: Jueves, 17-10-2013, 9:46 AM | Mensaje # 1 |
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Representantes de la Asociación Galega de Cocedeiros de Mexillón (Agacome) se reunieron ayer con el secretario xeral do Mar, Juan Maneiro, y la directora del Instituto Tecnolóxico para o Control do Medio Mariño (Intecmar), Covadonga Salgado, para analizar los efectos del episodio tóxico sobre su actividad.
La reunión que tuvo lugar en la sede del Intecmar, los responsables de Agacome trasladaron a la directora del organismo encargado del sistema de control y análisis de las aguas posibles medidas a adoptar para reducir los efectos de futuros episodios de toxicidad como el actual. Y es como todavía se están analizando los lotes paralizados por toxina, los cocederos todavía no han hablado de pérdidas económicas en la cita, aunque sí de la posibilidad de líneas de financiación que les ayude a solventar problemas de liquidez que puedan tener en estos momentos algunos transformadores.
En cuanto a las previsiones de estabilidad de la marea roja, un cocedero a la salida de la reunión apuntó que “parece que se está paralizando el incremento de la toxicidad, pero sigue siendo muy alta”, por lo que “noticias buenas” no tienen “ninguna”. Las expectativas, por tanto, no son buenas a corto plazo, aunque este cocedero espera que el buen tiempo en futuras jornadas expulse hacia fuera de las rías la marea roja.
En este sentido, este cocedero arousano apunta que el sector del mejillón, “lamentablemente”, está “habituado” a que se den circunstancias como estas, teniendo en cuenta que es el tercer episodio del mismo tipo que se registra este año en Galicia. Así, indica que la campaña de Navidad, que se puede ver influida por la marea roja en el caso de los depuradores, no afecta tanto a la parte transformadora de la cadena de comercialización, a quien cuece y a quien enlata, puesto que en esas fechas el consumo en fresco es el que repunta. Ahora los cocedero cruzan los dedos para que el sector tenga suerte y aunque no sea el 100%, reabran unas cuantas zonas, para que dé para trabajar, pese a que sea a menos ritmo. Desde martes de la semana pasada, a los cocederos de mejillón dejó de entrarles producto, puesto que, aunque hay bateas operativas, para las fábricas habitualmente no es viable ponerse a funcionar con poca materia prima. “ Y esta semana Ya está perdida”, apunta.
De todos modos, los cocederos que tienen producto todavía en las cámaras para que ser servido no reciben la llamada de los comercializadores. “Con todo este revuelo que se montó se ha notado una bajada en el consumo y los comercializadores han frenado sus compras”, dice.
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