| Manu | Fecha: Viernes, 01-08-2014, 10:44 AM | Mensaje # 1 |
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| La cofradía de Cangas y la empresa InnovaTegal presentan a la Xunta un sistema para evitar los robos.
La batea de engorde de volandeira de la Cofradía de Cangas dispone desde hace unos meses de un innovador sistema de protección contra los intrusos que pretendan robar la producción que pende de sus cuerdas. Los resultados hasta la fecha son más que satisfactorios y ayer la empresa responsable del dispositivo, InnovaTegal, organizó una presentación en sociedad a la que acudió el secretario xeral de Mar, Juan Maneiro, y responsables del Servizo de Gardacostas de Galicia para conocer una patente que en los próximos meses podría llegar a muchas más bateas.
Uno de los mayores riesgos que asume el propietario de una batea, más allá de la posible incidencia de la toxina, es la visita nocturna de intrusos que acuden para llevarse parte de la producción, ya sea mejillón o cualquier tipo de marisco de preengorde para luego ser sembrado. Uno de los viveros flotantes con los que cuenta la Cofradía de Cangas dispone desde hace algunos meses con un innovador sistema de protección para detectar a esos amigos de lo ajeno y emitir una alarma. Este dispositivo está formado por una serie de sensores de movimiento, infrarrojos y láser que son capaces de detectar la entrada o la presencia de cualquier persona a bordo. La batea incorpora en cada una de sus cuatro esquinas un poste con esos sensores y entre los cuatro forman una pantalla similar a las cuerdas de un cuadrilatero de boxeo, tal como ilustró ayer durante la presentación pública uno de los ingenieros de InnovaTegal, la empresa que desarrolló la patente. Así, cualquier persona que atraviese ese perímetro será detectada al instante y se activará un aviso de alerta.
La presentación de ayer contó con la presencia del secretario xeral de Mar, Juan Maneiro, muy interesado en conocer este nuevo sistema, y los responsables de la Cofradía de Cangas, con su nuevo patrón mayor, Francisco Javier Costa. Aunque no hay datos oficiales a nivel autonómico, el robo de producción en las bateas es uno de los problemas más graves del sector y las cofradías de Moaña y Cangas ya sufrieron en ocasiones anteriores este tipo de visitas. Maneiro avanzó que tanto las actuales ayudas del Fondo Europeo de Pesca (FEP) de la Unión Europea como la próxima convocatoria de 2015, que estará centrada en proyectos vinculados a la innovación, por lo que servirán para establecer líneas de ayudas económicas para que las cofradías y los bateeiros puedan incorporar este tipo de sistemas de protección a sus viveros flotantes. "Entendemos que si que pode haber demanda", aseguraba al finalizar la visita Juan Maneiro.
La innovación presentada ayer es una patente de la empresa InnovaTegal, que está formada por jóvenes de Moaña y Vigo, que llevan más de un año y medio sobre este diseño. Primero en tierra y luego ya sobre el mar, tal como explica su director comercial Francisco Javier Cancelas Costa. Esa malla de sensores que rodean el perímetro de la batea permite detectar en tiempo real cualquier presencia a bordo y discriminar si se trata de un animal -como una gaviota- o si se trata de una persona. El dispositivo está dotado de una cámara de infrarrojos, que puede incluso enviar en tiempo real imágenes de lo que está ocurriendo encima de la instalación flotante. Los propietarios del vivero pueden recibir esa información al momento, ya sea en un ordenador o en cualquier dispositivo móvil, como una tablet o un teléfono. "Ya tenemos una evolución para disponer de otra serie de sensores que funcionan bajo el agua para detectar la presencia de submarinistas", apunta Francisco Javier Cancelas, un aspecto por el que también se interesó Juan Maneiro. Con esos dispositivos también se pretende tener datos sobre la temperatura del agua, su color y la presencia de toxinas, lo que permitiría a los bateeiros anticiparse a posibles cierres.
La evolución de este sistema de protección no está agotada y aún hay margen para introducir mejoras. Una de ellas es lograr "cubrir" el perímetro de la batea con un solo poste en lugar de los cuatro actuales. La otra es el empleo de un drone, que podría despegar en cuanto se detectase la alarma para dirigirse a través de las coordenadas de GPS hasta la batea en cuestión y seguir y tomar imágenes de los presuntos ladrones.
El proceso de desarrollo ha sido complejo y ha tenido que sortear los inconvenientes que tiene una instalación flotante en el mar. "Esto no es como colocar el sistema de alarma de una casa", afirman. Y es que sobre el mar hay que tener en cuenta variables como el balanceo de la batea, las olas o la salinidad del agua.
*Noticia de Faro de Vigo
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