| Manu | Fecha: Domingo, 05-01-2014, 1:21 PM | Mensaje # 1 |
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| Las rachas de viento derribaron árboles en Nerga y varios muros en Bueu y en Moaña, en donde los bloques dañaron un coche.
El temporal de viento y lluvia, con rachas de más de 130 kilómetros hora y 600 relámpagos durante la madrugada y la mañana de ayer, dejó un rastro de daños en la comarca de O Morrazo aunque fue en el puerto de Aldán, en Cangas, en donde más se dejó sentir la fuerza del mar que arrancó el pantalán de la cofradía, hundió dos embarcaciones en la dársena y dejó a la deriva, entre aguas, cerca de una decena de lanchas auxiliares de este muelle y un número sin especificar de otras que estaban en las playas. En Bueu también fue arrastrado un velero del puerto de Beluso a la playa de A Coviña, en Marín, y cayeron varios muros, como también en Moaña en donde un poste de teléfono derribó un muro y cayó sobre el lateral de un coche estacionado, en Meira.
El patrón mayor de Aldán, Juan Manuel Gregorio, recibía a las seis de la madrugada la alerta de Salvamento Fisterre, que fue advertido a través de un informante al 112, de que el temporal estaba ocasionando daños y que había embarcaciones a la deriva en Aldán. De inmediato se desplazó hasta el puerto y fue cuando comprobó que el fuerte oleaje, que debió de coincidir con la pleamar a lsa cinco de la madrugada que provocó olas de 7 metros, había arrancado el pantalán de servicio de la cofradía en donde se descarga el pescado. También comprobó que la embarcación "Albino Capitán II" estaba a medio hundir frente al muelle y solo se veía la proa. También comprobó que había varias embarcaciones a medio hundir y a la deriva. En compañía de otra persona de la cofradía ató de forma provisional con una cuerda el pantalán, mientras que intentaba, sin éxito, ponerse en contacto con los servicios de guardia de Portos de Galicia.
A las 7 de la mañana llegaba al puerto el nuevo turno de guardia de la Policía Local, que fue alertada por el 112 y poco después cayó una fuerte granizada. Gregorio también se puso en contacto con el alcalde, José Enrique Sotelo, que se desplazó al muelle con la edil de Seguridad y también lo hizo Protección Civil, que ya llevaba desde las dos y media de la madrugada atendiendo incidencias, y que se encargó de asegurar el pantalán mientras no llegaba una grúa grande para levantarlo. A las once de la mañana ya estaba la máquina en el muelle y comenzaron los trabajos que no concluyeron hasta cerca de las tres de la tarde.
El patrón mayor aseguraba que al menos ocho embarcaciones de Aldán habían quedado a la deriva, aunque a última hora de ayer seguía recibiendo llamadas de propietarios de otras lanchas arrastradas al mar desde las playas. Por la tarde, fueron reflotadas las dos embarcaciones hundidas en la dársena.
A las cinco llegaba al puerto de Aldán y en su coche particular el presidente de Portos de Galicia, José Juan Durán, que había sido advertido por el alcalde de los daños. La visita la realizó, dijo, para comprobar sobre el terreno el alcance de las inclemencias meteorológicas, que era el momento de hacer balance y que después había que agilizar la reparación de las infraestructuras dañadas conforme establecieran los informes técnicos que se realizarían. También dijo que se iba a priorizar la reparación de los daños a nivel gallego en las señales marítimas para después actuar en las infraestructuras como la de Aldán que son imprescindibles para el trabajo cotidiano del sector.
Poco antes de que llegara el presidente de Portos, un grupo de marineros afectados por el temporal recordaba la necesidad de ampliar el dique de este puerto por el que llevan años esperando. Son conscientes, como el propio patrón mayor reconoció, que los informes medioambientales juegan en contra de la ampliación ya que dañaría, según los técnicos, la playa de Vilariño, pero no por eso dicen que se van a dejar de exigir mejoras en este muelle.
En Cangas, las incidencias, al menos las registradas en Protección Civil, comenzaron sobre las 02.30 horas. La agrupación, tal y como señala su responsable Cesáreo Coya, fue alertada por la Guardia Civil de un árbol caído en la PO-315, en Aldán, en la conocida como recta del Conde. Se trataba de un árbol de mediano tamaño que impedía el acceso por el carril en sentido a Cangas y fue retirado. Casi una hora después, Protección Civil volvió a ser alertada por la Guardia Civil de más árboles caídos en la carretera a Nerga, junto a la escuela infantil. En esta ocasión eran tres eucaliptos de mayor tamaño. Estuvieron trabajando casi dos horas con vecinos de la zona para despejar la carretera y facilitar el acceso a una vivienda.
A las nueve de la mañana, la agrupación de Cangas también tuvo que actuar en Espiñeira, frente al colegio público de Aldán, por una inundación en un camino y fue alertada de otra inundación en un garaje en la calle San José, aunque ya cuando llegaron, los vecinos ya habían logrado poner en marcha la bomba de achique. A primeras horas de la tarde también se desplazó hasta la avenida de Marín, en el centro urbano de Cangas, en donde se había desprendido una plancha de metal de la fachada del edificio donde está el local de ocio Moon. Durante la tarde, la patrulla de Protección Civil recorrió el corredor do Morrazo retirando ramas de la calzada.
El temporal se dejó sentir con menos fuerza en la zona del interior de la ría, más al abrigo. La Policía Local de Moaña tan sólo registró una incidencia en el barrio de Couso, en la parroquia de Meira, a la altura del número 4, por la caída de un poste de Telefónica que desplomó parte de un muro de bloques de hormigón sobre el lateral de un coche que estaba estacionado en la finca. El vehículo, un Xsara Picasso, resultó con daños en el costado izquierdo, en un foco y en la defensa delantera. Los agentes también tuvieron que acudir a las ocho de la mañana a los colegios de Reibón, Seara, a la escuela infantil de Quintela y a los centros culturales Daniel Castelao y Rosalía de Castro tras saltar las alarmas debido a los apagones en el suministro eléctrico.
En Bueu la fuerza del temporal provocó que un velero atracado en Beluso soltase amarras y navegase a la deriva hasta acabar encallando en la playa marinense de A Coviña, sobre unas rocas. El mal tiempo dificultó las labores para retirar el velero del lugar.
Ya en tierra firme hubo que registrar la caída de varios muros. El más importante se produjo en el lugar de Trasouto, con la ruptura de un muro de contención de aproximadamente nueve metros de largo y cinco de altura, que se desprendió sobre un camino peatonal, sin que hubiese que lamentar ningún tipo de daño personal. Otro muro de bloques quedó seriamente dañado en la calle Castelao, obligando a los operarios municipales a derribarlo para evitar males mayores.
En el lugar de A Costiña, en Cela, cayó un poste telefónico que hubo que cortar y retirar del vial al lado del cual estaba situado. También hubo incidencias en el campo de fútbol de A Graña, en donde la fuerza del viento desplazó uno de los banquillos, que reventó la valla de protección y acabó cayendo en el camino colindante.
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