Dicha batea está formada por una estructura compuesta por madera de eucalipto con unas medidas aproximadas de 24 x 20 metros, aunque estas medidas pueden variar según la zona donde va ser instalada, siempre y cuando no supere los 500 metros cuadrados de superficie.

Plano de una Batea

El emparrillamio está compuesto por unas vigas principales de la misma medida que la totalidad de la batea, de las cuales van sujetos los puntones que es donde se cuelgan las cuerdas de mejillón, estos no suelen medir más de 6 metros de longitud y están colocados con una separación entre si de aproximadamente 1,5 metros.

Vista desde abajo de una Batea

La batea flota gracias a un sistema de flotadores, nornalmente son 6 y sus medidas suelen ser 4 x 2 metros. Estos flotadores están fabricados con hierro y cubiertos con poliester, aunque en un principio eran de madera.

 La batea se sujeta mediante una gruesa cadena a un bloque de hormigón de unas 14 toneladas de peso que está situado en el fondo marino. Si la batea está situada en una zona donde trabaja mucho el mar, el bloque de hormigón puede llegar a duplicar su peso o incluso sobrepasarlo. La longitud de la cadena como norma general, son tres veces la distancia de la batea al fondo, es decir, si hay 10 metros de profundidad, la cadena medirá 30 metros. Debido al movimiento que sufre la batea por el viento, olas y corrientes; entre la batea y la cadena se coloca una pieza fundamental llamada "giratorio ", su función es impedir que la cadena coja vueltas y termine cediendo.

Detalle del sistema de fondeo de las bateas: cadena, bloque de hormigón o "muerto"

Actualmente las bateas están limitadas a 500 puntos de amarre, es decir, no se pueden colgar de la batea más de 500 cuerdas y cada cuerda no puede sobrepasar los 12 metros de longitud.