El cultivo de
mejillón (Mytilus galloprovincialis) es es el de mayor producción en la
Acuicultura de España y de los más importantes en Europa, alcanzando
regularmente las 250.000 toneladas anuales. España es el segundo productor
mundial de esta especie después de China (450.000 toneladas anuales).
Esta producción se
lleva a cabo en balsas flotantes que se denominan bateas. Las bateas se ordenan
en grupos llamados polígonos, cuya disposición y número están controlados por
las autoridades autonómicas ( Conselleria do Mar - Xunta de Galicia ).
Recientemente se ha limitado a 500 el número de cuerdas por batea y a 12 metros
de longitud para evitar la saturación de las zonas de cultivo y favorecer un
mejor crecimiento. Las bateas consisten en un entramado rectangular de madera
de 200 a 500 metros cuadrados soportado por flotadores de acero recubiertos con
fibra de vidrio, poliéster o rellenos con poliéster expandido. El número de
flotadores por batea varía según su tamaño, pero nunca exceden los 6 flotadores.
La batea se sujeta al
fondo mediante una o dos cadenas de acero y un peso (denominado muerto) de
aproximadamente veinte toneladas, éste varía según la zona en la que se
encuentre la batea, pues cuanto más expuesta esté la misma más peso tendrá que
tener para sujetarla firmemente al fondo marino. La cadena suele tener una
longitud media de 30 metros y cuenta con un peso aproximado de 25 toneladas.
Del entramado de madera se cuelgan cuerdas de nylon de tres centímetros de
grosor y de ocho a doce metros de largo, en donde se engorda el mejillón.
Etapas del cultivo de
mejillón
Puede dividirse en cinco etapas, que incluyen:
1) Obtención de la semilla
2) Colocación de los juveniles en las cuerdas
3) Desdoble
4) Engorde
5) Cosecha
Obtención de la semilla
El cultivo comienza cuando los cultivadores obtienen la semilla denominada "cría", fundamentalmente de las poblaciones naturales (60-70%) y el resto de las cuerdas que sitúan como colectores en las propias bateas. Los cultivadores pueden recoger hasta 1.500 kg de semilla (juveniles) por batea en las mareas bajas, en las aproximadamente cuatro horas que dura cada una, en las zonas de roca situadas en la parte de las rías más próxima al Océano Atlántico. Con este fin emplean una herramienta denominada "rasqueta", que tiene una hoja metálica de unos 10 cm2 unida a un mango de madera. Los cultivadores colocan los mejillones en las cuerdas de sus bateas o las venden a otros. Los cultivadores recogen unas 4500 toneladas de semilla de mejillón (juveniles, talla media= 2 cm) en cada ciclo de cultivo. La semilla es transportada a las bateas manteniéndola húmeda, y se coloca en las cuerdas durante las 24 horas siguientes a la recolección. Como colectores de semilla en las bateas, los cultivadores emplean redes viejas que suspenden de las bateas durante Marzo y Abril.
Colocación de la semilla (juveniles) en las cuerdas
Los cultivadores colocan la semilla en las cuerdas a mano o empleando una máquina (aunque este método no es muy común) que los envuelve con una red de algodón o rayón; esta red se desintegra en pocos días. Por entonces los mejillones han producido un nuevo biso y se han unido a la cuerda. Los cultivadores suelen colocar de 1.5 a 1.75 kg de semilla por metro de cuerda, siendo el peso medio de una cuerda de cría de 14 kg. Las cuerdas, son normalmente de 3 cm de grosor, están hechas de nylon, polietileno o esparto (S. junceum), su longitud oscila de 8 a 12 metros. Su superficie rugosa facilita la fijación de los mejillones. Cada cuerda con mejillones adheridos tiene un lazo al final, que está unido a una cuerda de poliéster más fina llamada "rabiza" (12-14 mm de grosor), que a su vez está unida a la batea. La rabiza tiene una vida media de unos 3-4 años ya que está expuesta al aire y al sol (Figueras, 1989), mientras que la cuerda grande dura una media de 5,8 años. Cada batea tiene 500 cuerdas. Cada 30-40 cm se sitúan palos de madera (prácticamente ya no se utilizan pues fueron substituidos por los de plástico) o de plástico entre las hebras de la cuerda para evitar que se desprendan grupos de mejillones. Los cultivadores colocan de 1 a 3 cuerdas por m2 de superficie de batea. Esta distribución permite un adecuado flujo de agua rica en nutrientes para los mejillones impidiendo que las cuerdas se toquen unas a otras. Los cultivadores colocan las cuerdas principalmente de Noviembre a Marzo.
Desdoble
El tercer paso es el
desdoble. Esta operación tiene como objetivo evitar que los mejillones se
caigan de la cuerda en momentos de mal tiempo, además permite que crezcan
rápida y uniformemente. Los cultivadores realizan esta operación cuando los
mejillones están a medio crecer (longitud de la concha 4-5 cm) cuando han
alcanzado 5-6 meses de talla, normalmente de Junio a Octubre. El peso promedio
de las cuerdas ha aumentado alrededor de 90 kg. Se trasladan las cuerdas a los
barcos usando una grúa y frotan los grupos de mejillones sobre una mesa con un
tamiz hecho con barras de acero que permite separarlos en distintas tallas.
Ahora se está extendiendo el uso del tornillo, es una máquina longitunidal con
un sin fín dentro, esta máquina limpia el mejillón, lo separa y lo hace pasar a
través de unas varillas para separar los mejillones más pequeños de los de
mayor tamaño. Con esta operación se consiguen preparar 2 o 4 cuerdas a partir
de cada cuerda original empleando la red de algodón o rayón ya descrita
anteriormente. El peso medio de las cuerdas es de 46 kg. Aquellos cultivadores
que han automatizado esta operación emplean de 5 a 15 segundos por metro de
cuerda. Tardan aproximadamente de dos a tres días en terminar una batea con 500
cuerdas y 10 metros por cuerda. Si los mejillones crecen muy rápidamente y su
peso puede causar que se deslicen soltándose de la cuerda, esta operación vuelve
a repetirse. También suele hacerse cuando los cultivadores quieren que todos
los mejillones tengan un tamaño similar en el momento de la cosecha.
Engorde
En Galicia el
crecimiento es rápido, especialmente en las áreas de las rías cercanas al
océano, pudiendo alcanzar el tamaño comercial (8-10 cm) en 8 o 9 meses, aunque
normalmente, el tiempo necesario para alcanzar la talla comercial es de 13
meses. Sin embargo, si la densidad de bateas es elevada este crecimiento puede
hacerse más lento. En verano el crecimiento es mínimo, mientras que en invierno
es el momento de mayor crecimiento. Este bajo crecimiento detectado en verano
está relacionado con la escasez de plancton en el agua estratificada, siendo
más importante que el efecto de la temperatura que consigue que la semilla de
primavera y de otoño tengan el mismo tamaño al final del primer invierno.
Cosecha
En Galicia existe
mejillón de tamaño comercial a lo largo de todo el año y se puede cosechar en
cualquier momento. El momento de máxima cosecha va de Octubre a Marzo cuando la
demanda del mercado es mayor y la condición de la vianda es la mejor. El peso
de la carne del mejillón puede llegar a ser el 50% del peso total en el momento
de mejor condición, aunque suele rondar el 23% de rendimiento de media. Cuando
un porcentaje elevado de mejillones ha desovado o está próximo al desove, la
cosecha debe esperar hasta que se encuentren en mejores condiciones. La
producción media por m2 de batea alcanza los 130 kg y para una batea entera la
producción oscila entre las 70 y las 120 toneladas, con un valor medio de 80
toneladas, siendo estos valores altamente variables. Otro dato de producción es
que cada metro de cuerda puede producir en torno a los 10 kg de mejillón. Las
pérdidas anuales (mortalidad natural y manejo) se han estimado en un 15%.
Recientemente los resultados de cultivos experimentales de mejillón muestran
que la mortalidad está en torno al 5%.
Para cosechar el
mejillón, los bateeiros utilizan una grúa para elevar las cuerdas a sus barcos,
allí los mejillones son separados y clasificados sobre una mesa cedazo. Se
eliminan los mejillones pequeños, el fango, las conchas vacías, las ascidias y
otros organismos acompañantes. Los mejillones pequeños vuelven a ser empleados
en el cultivo. Los de talla comercial se empacan en bolsas de nylon y se envían
a las plantas de depuración. Esta operación se denomina "mejillón
fresco". Los barcos suelen llevar de 300 a 3.000 bolsas, siendo el peso de
cada bolsa de unos 11 kilos. Este mejillón va a las diferentes depuradoras y
posteriormente al consumidor.
Existe otra
modalidad, es igual a la anterior, solo que en esta no se clasifican los
mejillones en la mesa cedazo, se hechan a granel en la cubierta del barco y se
descarga en camiones en el muelle, este mejillón se llevará a las diferentes
fábricas y cocederos para su tratado posterior. En esta operación los barcos
suelen llevar desde 13.000 hasta 40.000 kilos de mejillón.
Los mejilloneros
están agrupados en organizaciones de productores que les permite hacer fuerza a
la hora de comercializar su producto.
Información obtenida
de Wikipedia, modificada por Mejillón de Galicia