Indignados. Así se declaran los trueleiros de A Illa después de que varias asociaciones de bateeiros de Pobra, Boiro, Rianxo, Vilanova y Vilaxoán los responsabilizasen de forma directa e inequívoca de la serie de sabotajes que están sufriendo en sus mejilloneras. Hasta el patrón mayor isleño, que suele rehuir las polémicas, alzó ayer la voz para dejar claro que «os mariñeiros da Illa non somos terroristas, e non imos consentir que se nos poña por tal».
Ángel Iglesias quiso abanderar el malestar que dicen compartir «todos os traballadores do mar» del municipio insular. Y es que en esta localidad, bateeiros y marineros, a base de andar mezclados desde hace décadas, han aprendido a respetarse mutuamente. «Os trueleiros nin agora nin nunca se dedicaron a picarlle as cordas a ninguén. Sabemos o que significa para un compañeiro que anda á batea», sentenció el patrón mayor.
Lo que ya no parece tener tan claro el responsable de la cofradía isleña es que todos los bateeiros se respeten entre ellos como deberían. Sus dudas tienen base, dice: «Xa dunha vez acusaran aos trueleiros de picar cordas en Cabo de Cruz, e ao final descubriuse que fóra unha vinganza entre mexilloeiros», sentenció. No es Igleisas el único que piensa y habla de esta manera. Uxío Chaves, portavoz del sector del truel, comparte un sentir generalizado cuando afirma que el conflicto abierto entre camaroneros y bateeiros desde que se prohibió a los primeros faenar desde 800 bateas de la ría, está siendo utilizado para que los propios mejilloneros ajusten cuentas. «Como teñen a quen botarlle a culpa...», dice dejando el final de la frase en el aire.
Además, responsabilizando de lo ocurrido a los trueleiros estaría una parte del sector mejillonero acercándose a uno de sus objetivos. A saber: «Queren o mar para eles sos». Y quieren conseguirlo, señala Chaves, culpando a los mariscadores de sabotajes y amenazas a fin de lograr que la captura de camarón desde batea acabe siendo un oficio extinguido, olvidado.
Y es que el conflicto entablado con el truel amenaza con extenderse también a la nasa desde batea. «Aos do Grove xa non lle concederon o plan experimental, e nós imos polo mesmo camiño», se quejan amargamente los mariscadores isleños.
«Todos temos dereito a governar a nosa vida no mar. Tanto os mexilloeiros como os trueleiros», remataba ayer el patrón mayor de A Illa. Lamentaba Ángel Iglesias que los representantes del sector mejillonero no se hayan puesto en contacto con la cofradía para comunicarles los supuestos sabotajes antes de «poñernos por terroristas do mar». Las acusaciones no serán gratuitas: desde la cofradía de A Illa están dispuestas a pedir responsabilidades a quienes las han realizado.
