Mejillones ya enlatados en una conservera arousana

Conserveros y cocederos que trabajan con mejillón gallego califican la nueva normativa  europea como “un ataque directo” a los intereses del sector miticultor. Y es que si finalmente se aprueba este reglamento, los productos de mejillón en conserva procedentes de otros países dejarán de estar obligados a indicar en el etiquetado el nombre de la especie envasada y el origen.

Una medida, según fuentes del sector conservero, solo favorece a las empresas grandes que ya importan tanto mano de obra como producto de terceros países. “Xa non vai ter un valor engadido traballar o produto daquí nin sequera facer parte do proceso polo que vai a haber moitos despidos no sector transformador”, augura un conservero arousano. “Esta normativa é un absurdo. Estase a obrigar a poñer toda a información do produto na lata como as proteínas, as grasas... e logo omítese un dato tan importante como a da orixe do mexillón. O consumidor merece ter toda a información para poder elexir o que compra”, advierten. Tanto cocederos como conserveros reconocen la labor y el trabajo que desde el Consello Regulador do Mexillón se está llevando a cabo y la persecución que desde hace años realizan contra el fraude del etiquetado. “Manteño a ilusión por traballar co mexillón daquí, pero recoñezo que se se aproba esta normativa vou ter moi difícil seguir traballando co molusco galego”, advierte un conservero. Y es que en el caso del mejillón se dispone de un arma, la DOP, para distinguir el producto en el mercado, pero que sucede con otras conservas que no disponen de sello como puede ser la almeja o el berberecho. “Quédanse nunha situación de indefensión coa está claro vai ser difícil competir”, señalan.

Tanto conserveros como cocederos apuestan por dar la mayor información posible al consumidor. “Non se trata de impedir que entre produto de terceiros países senón de que o consumidor dispoña de toda a información posible para que poida elexir con liberdade”, comenta.
Salvando las distancias, comparan lo que puede ocurrir con esta nueva normativa de etiquetado con la fabricación textil en terceros países. “Son poucas as empresas que fabrican en España e cada vez son máis as que traen de fóra, pero polo menos póñeno na etiqueta”.