Los mejilloneros de la ría de Arousa empiezan el año con el 70 por ciento de los polígonos de bateas abiertos. Según los últimos muestreos realizados por el Instituto Tecnolóxico de Control do Medio Mariño (Intecmar) las únicas zonas vedadas son Cambados C -tanto la norte como la sur-, y las Grove C1, C2, C3 y C4. Tampoco se puede extraer ostra del Grove B. En la ría de Arousa hay 25 polígonos, lo que significa que el 70 por ciento de los mismos están abiertos para la extracción de mejillón.

En lo que respecta al resto de las Rías Baixas, en la ría de Pontevedra está todo cerrado menos el Cangas A, mientras que en la ría de Vigo se puede extraer mejillón de los parques de Redondela y del Cangas E.

Una mejoría paulatina

El sector bateeiro tiene así margen para trabajar, lo que no quita que los mejilloneros que solo tienen bateas en las zonas donde aún hay toxina estén pasando un otoño muy duro.

El actual episodio tóxico se declaró en octubre, coincidiendo con las campañas de Italia y Francia, lo que supuso un duro varapalo no solo para el sector extractivo, sino también para los depuradores y cocederos.

Algunas de estas empresas, de hecho, tuvieron que rescindir el contrato de personas contratadas apenas unos días antes con vistas a la campaña. El episodio tóxico fue rápido y virulento, hasta el extremo de que en pocos días quedó vedada prácticamente toda la costa.

A medida que avanzó el otoño fueron reabriendo polígonos, aunque hay algunos que ya no llegaron a hacerlo, por lo que los propietarios de bateas en esas zonas ya han dejado caer que necesitarán algún tipo de ayuda económica. En este sentido, la conselleira do Mar manifestó en el Parlamento de Galicia que para poder acogerse a las indemnizaciones por paro productivo tienen que transcurrir al menos cuatro meses de cierre.

En 2013 hubo otro episodio tóxico muy intenso a principios del verano.