El sector bateeiro está acostumbrado a la toxina; convive con ella desde siempre. Pero el año pasado, esa convivencia habitual se convirtió en una pesadilla. La marea roja duró demasiado, estuvo presente en los peores momentos y, encima, hubo un desaguisado porque no se detectó a tiempo. Así que ahora, con un nuevo episodio encima, es lógico que la frase que más se repita en boca de los productores sea la siguiente: «Que non sexa como no 2013, iso é o importante; se non será terrible».

A continuación explican que actualmente la demanda de mejillón era inusualmente alta para esta época del año, cuando el bivalvo no está en buenas condiciones. Pero esto viene dado por dos cosas: como el 2013 fue un año horrible, con cierres muy prolongados, la industria retrasó sobremanera la campaña y aún ahora estaba trabajando con el bivalvo. Además, el principal competidor del mejillón gallego, el chorito chileno, tuvo un tropiezo en su producción y eso también aumentó los pedidos.

Al preguntarle a los cocederos qué significa un brote de toxina en esta época, su presidente, Juan Suárez, señala: «Non estamos aínda en campaña. Como o ano pasado foi como foi, algo estábase traballando, pero moi pouca cousa. Por nós, que veña agora e que no verán nos deixe traballar tranquilos».

Vieites, portavoz de los conserveros, dijo: «Se estaba trabajando. La conserva consume el 50 % del mejillón que se produce en Galicia y siempre que esté bien, lo trabaja».