Un nuevo episodio de 'marea roja' pone en alerta al sector mejillonero gallego con el cierre de varios polígonos de bateas en los últimos días hasta un total de 14 en Galicia concentrados en las Rías Baixas. Ayer mismo, el Instituto Tecnológico para o Control del Medio Marino (Intecmar) clausuraba el polígono Cangas D -el único que está cerrado en la Ría de Vigo- porque se detectaron "niveles de toxicidad superiores a los legalmente establecidos".  

En la Ría de Pontevedra está prohibida la extracción de mejillón en todos los polígonos -situados en Cangas, Bueu y Portonovo-, así como cuatro en la Ría de Arousa y uno más en Corme-Laxe. 

Los primeros cierres tuvieron lugar a finales de marzo en Portonovo y Bueu y en los últimos días la toxina se fue expandiendo y amenaza ya con propagarse por la Ría de Vigo.

La proliferación de la toxina lipofílica o diarreica es habitual en esta época del año, por lo que no ha cogido por sorpresa al sector. Sin embargo sí le afecta de una manera significativa después de unos meses con pérdidas y muy poca actividad por los temporales y por el último episodio de marea roja que afectó a la práctica totalidad de las bateas, duró tres meses y frustó las ventas del año y provocó que se perdiera parte de la cosecha de 2014. Este capítulo fue especialmente virulento porque afectó también a los bancos marisqueros y ocasionó cuantiosas pérdidas en todo el sector y lastró las ventas de Navidad. El año pasado se certificaron apenas 17 millones de kilos de mejillón amparados por el Consello Regulador de la Denominación de Origen Mexillón de Galicia frente a los 22 del año precedente.

La marea roja es un fenómeno natural que se produce por microalgas presentes en el fitoplancton marino. La toxina no resulta dañina para el mejillón pero puede suponer un riesgo para la salud humana.En Galicia hay más de 3.300 bateas de mejillón, de las que 2.300 están en Arousa y 480 en la ría viguesa.

*Noticia de Atlántico