La Vuelta a España, que empieza el sábado, apenas roza este año la comarca de Barbanza -solo pasa por Mazaricos y Carnota y ninguno de los dos lugares son principio ni final de etapa- pero la carrera tiene una importancia capital para muchos vecinos. Por ejemplo, para las decenas de familias que viven del sector bateeiro. No en vano, la cita ciclista española por excelencia promociona el mejillón gallego, sobre todo, porque el arranque de la carrera se hace desde una batea ubicada en Vilanova que es propiedad de un vecino de Taragoña. Esta promoción de su producto emociona a los mejilloneros, que están sensibles por el verano negro que llevan a causa de la marea roja que aún persiste.
«A promoción é moi grande, non se pode negar, é un acontecemento a nivel nacional moi importante. De feito, creo que é o único bo neste verán». El que hablaba ayer así era Ramón Iglesias, presidente de Aspromeri, que añadía: «Da gusto ver como a Deputación de Pontevedra se volca co mexillón galego, aínda que o ideal sería que a Xunta fixese o mesmo, e defendese a Denominación de Orixe Protexida». Desde Arousa Norte, su presidente, Alejandro Tubío, señalaba: «Que se vexan as bateas e como se fai o mexillón é algo marabilloso, moi importante».
El presidente del consejo
Los testimonios de bateeiros contentos con la Vuelta a España se sucedían ayer. De especial importancia fue lo dicho por el presidente del Consello Regulador do Mexillón de Galicia, el rianxeiro Francisco Alcalde: «A elección da batea para o arranque da Volta é unha homenaxe aos homes e mulleres que fixeron do mexilloeiro un sector estratéxico para Galicia».
De lo dicho por los bateeiros queda claro que la Vuelta es un auténtico soplo de optimismo. Algún productor barbanzano indicaba que ojalá la comarca se viese más beneficiada por el paso de la carrera, como ocurre con Arousa sur. Sus palabras puede que se las lleve el viento. O no. Que se escuchen y se intente que en años venideros la Vuelta toque de lleno a Barbanza. A ver si a la tercera va la vencida. Porque en el 2012 pasó sin mucha pena ni gloria y este año algo parecido.
