Da igual que el verano esté llegando a su fin. Y que en las últimas semanas la comarca diera cabida a numerosas celebraciones de tipo gastronómico. Al final, y visto lo visto, está claro que vecinos y turistas siguen teniendo ganas de juerga. Y si es culinaria mejor que mejor. Así quedó demostrado tanto el viernes por la noche como ayer durante todo el día en el puerto de Cabo de Cruz, lugar que da cabida a la Mostra do Mexillón este fin de semana. Barbanzanos y visitantes se sumaron en masa a esta celebración, que después de un tiempo, vuelve a durar otra vez tres días y amplía su oferta con actividades de todo tipo y para todas las edades. Pero siempre con una misma razón de ser: ensalzar el valor de este tesoro tan característico del municipio de Boiro y de toda la ría.
El alcalde, Dieste, se sumó a la fiesta para ayudar a servir la paella gigante que se cocinó el viernes por la noche en Cabo.
La celebración arrancó el viernes por la noche con la preparación de una paella gigante, en donde, como no podía ser de otra manera, este molusco de color naranja era el ingrediente estrella. La cena se prolongó durante horas, y se sirvieron más de mil raciones hasta la una de la madrugada. Tras la sobremesa llegó el espectáculo musical de la orquesta Marimba, que se prolongó hasta altas horas.
La jornada de ayer contó con el mejor aliado posible para un evento de estas características: el buen tiempo. Y es que el sol brilló en todo lo alto desde la mañana y ayudó a que, ya por la tarde, los talleres para niños montados en la zona infantil saliesen al gusto de todos. Los mayores también tuvieron la oportunidad de aprender a preparar el mejillón de diferentes y originales maneras. De ello se encargaron los cocineros Kike Piñeiro y Miguel Mosteiro, que impartieron clases en directo de como manufacturar y servir este marisco tan codiciado. El concurso de recetas cocinadas a base de este molusco también causó sensación. Y es que los participantes demostraron mucha imaginación a la hora de plantear sus propuestas.
Final del día Con el inicio de la noche estaba prevista la degustación de delicatesen de mejillón: picantes o en fajitas eran algunas de las variedades que se prevía servir en el puerto crucense. Sobre las 23.00 horas, la música del concierto Rock da Ría debía poner el ritmo al epílogo de una jornada perfecta. La programación de esta cita incluía nada menos que un tributo al grupo Mecano y a todo el pop de las últimas tres décadas. Como para que nadie dejase de bailar.
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