El mejillón de los polígonos de Aguiño y Riveira es desde siempre un producto de una enorme calidad, caracterizado por el alto rendimiento de la vianda, lo que les hace ser el objeto de deseo del sector transformador en Arousa. Sin embargo, desde que el Intecmar decretó su apertura pocos son los pedidos que los bateeiros con molusco en esa zona están recibiendo. ¿La razón? El sector transformador explica que pese a que se trata de zonas abiertas, una vez cocido el mitilo, los análisis dan positivo en toxina. "Algo está pasando, eso es evidente. En otro momento estaríamos peleándonos por ese mejillón porque es buenísimo y, sin embargo, ahora no se nos ocurre encargar una barcada porque está dando mal”, comenta un cocedero arousano.

De ahí que el sector tanto conservero como cocedero insistan en la subida de los límites tóxicos en el mejillón transformado ya que es evidente que una vez cocido los límites de toxina suben e impiden su venta. Una cuestión que fue abordada en el último encuentro que la Consellería do Mar con cocederos y conserveras. La solución, según la industria, pasa por afinar la normativa y que el nivel de toxicidad permitido para el mejillón fresco no sea idéntico al del procesado, sino un factor equivalente.

También los productores de  mejillón se suman a esta petición ya que ven como el mejillón se descuelga de sus bateas después de meses en las cuerdas.

Y no solo eso. El sector pide este cambio se haga cuanto antes para impedir que las pérdidas de producto sigan acumulándose. Sin embargo, la decisión no solo depende de la Consellería do Mar que se mostró en el último encuentro en la Mesa do Mexillón dispuesta a realizar los cambios sino de Bruselas.

Por su parte, desde el Intecmar se insiste en que las analíticas realizadas en sus laboratorios "están refrendadas polo método da Unión Europea” .