El sector bateeiro es uno de los activos más importantes de Galicia, no solo por la producción de bivalvos que genera, sino porque entorno a él se articulan otros pequeños sectores de actividad económica que llevan ya varios años sufriendo los efectos de la crisis. Es el caso de las empresas que se dedican a la construcción de bateas, que han visto como su actividad se reducía prácticamente a la mínima expresión y algunas de ellas ven muy complicado subsistir. A ello, hay que añadir "la lentitud de la Administración para tramitar las solicitudes de ayudas para la construcción de un parque de cultivo nuevo", por eso reclaman una mayor agilidad, precisamente, en un momento de crisis económica como el actual, "ya que el futuro de muchos trabajadores depende de ello".
En los últimos tiempos, el plazo para solicitar las ayudas se ha ido dilatando en el tiempo, pero nunca tanto como este año, en el que se abrió entre el 10 de junio y el 10 de julio. "Una vez que se abre el plazo y se envía la solicitud, los bateeiros deben esperar la confirmación de Inspección Pesquera, un acto que se denomina como 'No Inicio', para recibir la luz verde; en años anteriores, todo el mundo, en cuanto recibía esa visita, ya podía comenzar a trabajar, pero este año se está retrasando sobremanera mientras los talleres seguimos sin carga de trabajo", explican. A ello hay que sumar que la mayor parte de los bateeiros que se atreven a esquivar la crisis para construir un nuevo parque de cultivo "no se atreven a dar el paso hasta que no tienen en su poder el escrito de la ayuda y su cantidad, por eso creemos que la Administración debe ser más ágil a la hora de tramitar tanto las solicitudes como las ayudas".
Las cifras sobre el descenso en la construcción de nuevas bateas son significativas. Mientras en 2007 una empresa podría construir entre 15 y 20 bateas, en los últimos años, apenas se alcanzan las 5 anuales.