La Festa do Mexillón e do Berberecho comenzó en la jornada de ayer en su nuevo emplazamiento. Las cocinas y las mesas para la degustación se trasladaron al patio del colegio Xulio Camba, al otro lado de la calle. del Xardín Umbrío. Así mismo, la feria que los comerciantes vilanoveses organizan cada año se traslada a las inmediaciones de la plaza de abastos, este año con más puestos que nunca: 42.
La fiesta siguió el esquema de años anteriores, pero tiene una novedad. El bar que suministra bebidas en el recinto, lo gestiona la comisión cultural Virxe do Carme, con el fin de recaudar fondos, mientras que la cocina la sigue explotando el club de fútbol de San Miguel.
La organización no tuvo problemas en el suministro ya que que la temida marea roja fue remitiendo con el paso de los días y permitió la apertura de polígonos de bateas.
Las raciones de mejillón se venden entre 3 y 3,50 euros dependiendo de su preparación; el berberecho al vapor a 7,50 euros y las almejas, a 9, estos dos últimos productos han subido paulatinamente sus precios debido a su escasez durante esta temporada de cría. El menú incluye además navajas, pulpo, empanada y paella. a precios que oscilan los 4 y 5 euros por ración. Otra novedad este año es que habrá que pagar por la ración de pan 0,50 euros. El recinto de degustación está abierto a mediodía y a la tarde-noche y la previsión es que despache unos 10.000 kilos de comida durante la fiesta gastronómica, ya que la afluencia de visitantes está siendo más que aceptable.
No todo es gastronomía
Además de la popular Festa do Mexillón, Vilanova acogió en la jornada de ayer el inicio de la sexta edición de la Feria de Verano de Comercio Local, donde 45 puestos sacaron sus productos a las calles de la localidad arousana para deleite de los visitantes y compradores.
El principal y único requisito para participar en esta feria es ser una persona empadronada en Vilanova, ya que el objetivo de este evento es el beneficio del comercio local.
Así, los principales organizadores fueron la Asociación de Comerciantes de Vilanova. Entre las 45 casetas cubrieron prácticamente todo lo que una persona puede adquirir para su hogar o uso personal, desde ropa infantil y para adultos, electrodomésticos, cosmética, librerías o artesanía, además de la participación de asociaciones sin ánimo de lucro como "Amigos de Valle Inclán" o "Ansuíña", que mostraron sus productos para intentar conseguir un plus económico que tanto necesitan.
