«En España hay muy pocas alertas que sean de mejillón. El problema se da en el que sale al exterior», apunta el Intecmar.

La medida es solo una propuesta que tendrá que ser analizada, no obstante en su aplicación coinciden Xunta y sector mejillonero. El objetivo es evitar que alarmas como la que se produjo en Francia, sin contrastar según defienden desde Galicia, suponga un daño irremediable para un sector ya de por sí tocado por un largo episodio de marea roja. Para ello, la Mesa do Mexillón, que reunió durante horas en Vilaxoán a representantes de las Consellerías de Sanidad y de Mar y miembros del sector bateeiro, abordó la posibilidad de que todo el molusco gallego que salga del territorio nacional sea depurado en Galicia.

En el caso de la última, decretada en Francia, tanto Covadonga Salgado, la directora del Intecmar (instituto que se encarga de los análisis de toxinas), como el presidente de Opmega, Ignacio Lorenzo, insistieron en que no se aportó ninguna analítica que vincule al mejillón gallego con las intoxicaciones.

«En España hay muy pocas alertas que sean de mejillón. El problema se da en el que sale al exterior. Hay que analizar cómo va ese mejillón y por qué se generan esas alertas. Primero hay que saber si es nuestro mejillón e insisto en que no hay ninguna analítica que así lo revele», apuntó Salgado.

Primero, prosiguió, hay que identificar el problema y luego ver si podría ser que el mejillón «fuera depurado de aquí o alguna otra medida adicional para intentar atajarlo», aseguró.

Y mientras que Salgado destacó la importancia de la labor del instituto que dirige, para negar que los estrictos controles sean un perjuicio para los productores, sino que «le dan un valor añadido al mejillón»; Lorenzo remarcó la «confianza y el apoyo del sector al sistema de control del que formamos partes».

Asimismo, el presidente de Opmega y representante de los bateeiros en la Mesa do Mexillón lamentó, en referencia a la alerta sanitaria en el país galo, que «un episodio así pueda afectar al buen nombre ya no solo del mejillón, sino del marisco de Galicia».

El productor insistió en que «los mejilloneros somos los primeros interesados en defender nuestro prestigio, nuestro nombre y nuestra forma de trabajar» y recalcó que «Galicia está aportando toda la documentación y a la espera de que Francia aporte sus analíticas».

Por otra parte, Lorenzo desveló que los productores gallegos continúan «comercializando y vendiendo producto con absoluta normalidad, tanto para el mercado nacional como para el europeo y mundial», Francia incluida.

Tras dos años fatídicos y justo cuando el mejillón se encontraba en las condiciones más óptimas, el sector se ha encontrado con una grave problemática. En este escenario clave para las ventas ha aparecido uncrudo episodio de marea roja que mantiene cerrados el 86% de los polígonos bateeiros, el 40% de las zonas de marisqueo y que ha reducido la actividad en las fábricas conserveras.

*Noticia de ABC