Los bateeiros de Arousa confirman que además de la toxina, a los mejillones también les está afectando una anémona. En este caso el animal no perjudica directamente al molusco, sino a su agarre con la cuerda lo que provoca que se desprendan.
Esta situación se suma a la toxina que hace que muchas de las bateas lleven cerradas casi 15 días, lo que perjudica tanto a la campaña de este año como a la del próximo, por no poder trabajar en el "desdoble" del molusco.
"Es algo normal que tengamos toxinas. El problema es que este año es más agresiva y además llega en el momento de la campaña de industria", afirma Alejandro Tubío, de la Federación de Asociaciones Mejilloneros de Arousa Norte. "Lo preocupante sería que no se arregle en los próximos días", añade.
La zona que más preocupa a los bateeiros, afirma el trabajador, son las zonas interiores -las que llevan menos días en veda- porque tienen un periodo de maduración diferente y además puede perjudicar al desdoble del mejillón. Para intentar solventar este problema los mejilloneros piden que les dejen colocar más cuerdas en las bateas, cosa que, muy probablemente, se les conceda al conocer la situación que están viviendo.
Tubío espera que el cambio de viento de hoy -pasa de ser de sur, a ser de norte- limpie la ría y por lo tanto elimine la toxina y se abra la veda.Como punto positivo, los bateeiros recalcan que la calidad del mejillón es mucho mejor que la del año anterior, y confían en recuperar el tiempo perdido.