Temen tener restricciones para coger la mejilla, como pasa en Os Miñarzos.
«A reserva de Lira é un coto privado, e nós non podemos permitir que iso vaia a máis» Ignacio Lorenzo «Na zona que se quere incluÍr na reserva collemos o 50% da cría e se o fan quedamos sen ela» Álex Tubío «Estamos en contra porque está claro que non nos van permitir ir pola cría» Fernando García
El plan que abanderan cinco cofradías -las de Muros, Noia, O Son, Fisterra y Lira- para ampliar la reserva marina de Lira y que esta abarque desde Fisterra hasta Porto do Son sigue provocando reacciones a favor y en contra. Hace unos días, quienes luchan por sacar adelante esta iniciativa explicaban que la Federación Provincial de Confrarías de A Coruña les apoya. Y, ayer quienes encarnan la oposición a este proyecto, los pósitos de Corcubión y Portosín, hicieron lo propio. Eduardo Carreño, patrón mayor de Portosín, afirmó que los bateeiros -se reunieron con representantes del 80% del sector- se oponen frontalmente a un incremento de la zona acotada. Acto seguido, los propios mejilloneros explicaban sus argumentos.
¿Por qué los bateeiros, especialmente los de la ría de Arousa, se oponen a que se amplíe la reserva marina de Lira, en qué les influye? Todo radica en la extracción de mejilla. La recolección de cría de mejillón es una actividad básica para el sector. Aunque siguiendo unas normas, este trabajo siempre se realizó «con bastante liberdade». Pero ese hacer libre se truncó cuando se puso en marcha la reserva marina de Lira u Os Miñarzos, que es lo mismo. El sector marisquero ordenó la extracción y los bateeiros dejaron de poder trabajar en las piedras, a partir de ahí tenían que comprar a las productoras la mejilla.
Como al gato escaldado, que hasta el agua fría le quema, los bateeiros no quieren verse en un proceso semejante y ya empezaron a pensar qué ocurrirá si se amplía la reserva a un trozo tan amplio de costa y no pueden coger mejilla. Dicen que se quedarían sin el 50% de la cría, ya que la zona que va desde Fisterra a Porto do Son «é importantísima para esta actividade e non poderíamos aturar impedimentos para traballar nela».
Dada esta circunstancia, ayer por la mañana, una comitiva de bateeiros se dio cita en Portosín para hacer piña con la cofradía e indicarle a sus responsables que les apoyan en su oposición a la ampliación a la reserva. Estuvieron presentes en esa cita, además de Eduardo Carreño, el patrón mayor de Portosín, portavoces de la Asociación de Mejilloneros de Cabo, de A Illa, de Opmega, la Federación Arousa Norte y Amegrove.
No se verían afectados La noticia de que los bateeiros movieron ficha corrió ayer como la pólvora, y no faltó quien dijese que los mejilloneros están haciendo cábalas descabelladas, puesto que la propuesta para aumentar la zona de reserva no tendría por qué influir ni a la recolección de mejilla ni tampoco a otras actividades como el buceo. Insistieron en que solo se busca que la pesca artesanal pueda autorregularse. De todas formas, y visto lo visto, parece que el requisito que pone la Xunta para dar luz verde a la reserva, que se haga con amplio consenso, se antoja bastante difícil de conseguir.
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