La conselleira do Mar, Rosa Quintana, anunció ayer en el Parlamento que la Xunta tiene "lista xa” una campaña en supermercados, vallas y medios de comunicación para que, en cuanto el episodio tóxico remita, se puedan promocionar los moluscos como un marisco más, "que non pode faltar na mesa de todos os galegos e, se é posible, de toda España”.  

En una comparecencia a petición propia en el pleno del Parlamento de Galicia, para dar cuenta de la evolución de la marea roja, Quintana enmarcó esta actuación de su consellería en la proximidad de la campaña de ventas de Navidad y la ha justificado por el hecho de que "a toxina continúa presente con pequenos altibaixos que non permiten que se baixe a garda”.

Durante su comparecencia, la titular de Medio Rural e Mar ha ensalzado la "impecable” labor de los profesionales del Instituto Tecnológico para el Control del Medio Marino (Intecmar) en el episodio de biotoxinas registrado este otoño y ante críticas por recortes.

La conselleira hizo balance del trabajo desarrollado ante la marea y ha recordado que este es el tercer episodio serio en lo que va de año, tras otro detectado en abril y uno en verano.

También ha apuntado que es la primera vez, desde que se tienen datos y registros, que un episodio de biotoxinas afecta al mismo tiempo a polígonos bateeiros y a zonas marisqueras, y ello ha provocado que fuese necesario cerrar simultáneamente ambos, cuando lo normal es que la toxina se detecte primero en el mejillón y pasen semanas hasta que llegue, si es que sucede, a los bancos. Quintana ha comentado que cuando se tuvo constancia de que el episodio estaba siendo "especialmente virulento e sumamente veloz na súa propagación”, se procedió a cerrar de manera cautelar, antes de tener los resultados definitivos, aquellos polígonos y zonas marisqueras que se preveían que podían estar afectadas por la marea roja.

Este cierre preventivo, ha dicho, se realizó incluso a pesar de que en los últimos análisis en estos polígonos habían dado negativo, algo que evidencia que "Intecmar tomou a dianteira e procedeu a realizar un peche xeralizado ata 48 horas antes de que se producise o definitivo”.

El procedimiento implicó que algunos productores se viesen obligados a devolver al mar la mercancía que estaba en proceso de comercialización. En concreto, y de modo extremadamente ágil, se autorizó devolver más de 365.000 kilos, la mayoría sin causar pérdidas.

La titular de este departamento autonómico ha precisado que aunque los episodios de biotoxinas no suelen conllevar pérdidas para los productores, en este caso "é posible que nas primeiras horas producíranse algunhas”, aunque todavía estarían pendientes de cuantificar por parte del sector.