Los bateeiros no logran atender todos los pedidos en este final de campaña.

Está a punto de iniciarse la temporada de desove del mejillón. Durante la fase reproductiva, el bivalvo adelgaza, pierde carne y vistosidad. Aunque desde Mexillón de Galicia se ha interrumpido ya la certificación de bivalvo con DOP -a fin de cuentas, ese sello exige una calidad excelente- los bateeiros arousanos siguen trabajando y aprovechando la ocasión para sacar todo el mejillón que sobra en sus bateas, que no es mucho.

«Nestes momentos hai máis demanda que oferta, pero non é que fixeramos nada ben, coincidiu así», explicaba ayer, con cierto deje de amargura, Fernando García, de la asociación Illa de Arousa. A su juicio, en estos momentos los precios «non están tan baixos como noutras datas», claro que «tampouco están altos». En fresco se comercializa el bivalvo a entre 45 y 90 céntimos el kilo, dependiendo de las calidades. «Hai pouco mexillón, pero os prezos tampouco suben», razona el vilanovés Manuel Janeiro.

Que haya tan poco mejillón en la ría no es casualidad. Los desprendimientos de bivalvos no solo contribuyeron a aligerar las cuerdas, sino que empujaron a los bateeiros a «traballar antes de tempo para que non caia», según relataba Manuel Janeiro. A esa circunstancia se suma, dice el presidente de Opmega Nacho Lorenzo, el hecho de que los pedidos de fresco mantienen su ritmo habitual, mientras que los de industria llegan con más intensidad que en otras ocasiones.

En cualquier caso, estas son las ventas del último minuto. Lo importante, señalan los bateeiros consultados, es que la próxima campaña transcurra con normalidad. De momento, el año ha comenzado con buen pie y poca toxina, pero «iso nunca se sabe. En calquera momento se torce todo», dice Nacho Lorenzo. Y razón no le falta.

_{*Noticia de La Voz de Galicia}